Biografía y obras:
Colette Delozanne nació en las cercanías de París. Estudiar idiomas la llevó a España, donde se desempeñaba como traductora del francés al español para ganarse la vida.Desde 1955 se estableció en Caracas, donde contrajo matrimonio con Eloy Silvio Pometa, en 1959.
A través de sus estudios autodidactas de historia del arte y sus viajes fugaces a Suramérica, emprendió un trabajo formal, aunque no académico, para aprender técnicas de modelado en barro. Su formación como ceramista se inició en 1959, en el Taller de Sinai Ovalles y Gustavo Lafeé.
Bajo su guía, comenzó a adquirir mayor destreza en los materiales, especializándose en modelado y composición, así como en la estructura volumétrica y la concepción del espacio necesaria para atender el planteamiento de un objeto en tres dimensiones.
A partir de este momento, se encaminó hacia una muy particular cosmogonía venida de las culturas ancestrales suramericanas, donde confluyen la metafísica, el sentimiento y la poesía. Luego de iniciarse con la cerámica decorativa y utilitaria, trabajó la escultura con dimensiones orgánicas, con claras referencias a formas naturales y animales, en sus obras a lo largo de las décadas siguientes.
También incorporó los ritmos geométricos y, más adelante, las líneas sencillas que en un momento se elevan, se extienden, se ramifican y se complejizan hacia el infinito, siempre con una carga espiritual y mística.
La década de los setenta la pasó trabajando en solitaria, pero con la compañía de un reconocido grupo de amigos poetas y artista plásticos como Antonia Palacios, Elizabeth Schön, Aquiles y Aníbal Nazoa, así como Manuel Espinoza, entre otros, quienes frecuentaba las famosas peñas de intelectuales en la “República del Este” de Sabana Grande.
A partir de los ochenta comenzó a elaborar esculturas de gran formato, incorporando materiales como cemento, bronce y fibra de vidrio. Inició una búsqueda de comunicación entre los laberintos y las figuras, que se hicieron más arquitectónicas y arcaicas, sin dejar a un lado las formas vegetales. Aparecieron entonces “Los Espacios Sagrados”, multiplicados en varias formas y dimensiones.
Lugares de florecimiento misterioso, que aparecen y se esconden a medida que el espectador los recorre. Posteriormente, planteó proyectos de obras a ser intervenidas y transitadas por el público, especialmente por niños, manifestando su carácter lúdico con mayor intensidad.
Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, entre ellas el XXXII Salón Arturo Michelena (1974), y el IV Salón Nacional de Esculturas de Pequeño y Mediano formato (1977) Esculturas en el Parque (Parque del Este Generalísimo Francisco de Miranda, Caracas) I Bienal de la Habana (1986), y Arte Venezolano del Siglo XX. La Mega-Exposición (2003), entre otras. Una artista dedicada a su país de adopción que con su trabajo, esfuerzo y sensibilidad creadora funde a Francia y Venezuela en una sola tierra de diversidad. Una obra escultórica protagonista fundamental del arte en Venezuela.
Bibliografía: http://laestancia.pdvsa.com/index.php/conocer/conocer_most/22
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