miércoles, 30 de junio de 2010

Edgar Sánchez (II)





Biografía y obras:

Nace en Aguada Grande, Estado Lara(1940). Entre 1954 y 1959 estudia en la Escuela de Arte Plásticas Martín Tovar y Tovar de Barquisimeto, de la mano del maestro Requena. Luego se muda a Caracas para estudiar arquitectura en la universidad Central de Venezuela, carrera que no concluye. En su etapa inicial (1964-1967) pinta figuras humanas híbridas, monstruosas, en gruesos empastes, chorreados y espesos trazos negros, dentro de un espíritu afín al expresionismo norteamericano.

En los años 1967-1968, produce la serie “Huellas en el espacio” que expone en el Museo de Bellas Artes en su primera muestra individual. En los años 70, el artista se vuelve el pionero y protagonista del “Boom del dibujo”, de notable significado en el arte venezolano. Hacia 1977 retoma la pintura, en 1980, inicia la serie “Letargo”, grandes telas casi abstractas en grises solo atravesadas por unos labios. Considera el crítico colombiano Germán Rubiano a “Letargo” como uno de los trabajos más importantes del arte figurativo internacional de los últimos decenios. Entre 1982 y84 realiza la serie “Piel y personaje” retratos de seres anónimos, solos de medio cuerpo donde la reconstrucción humana se efectúa a partir de referencias de la historia del arte., Paralelamente en la serie “Piel y paisaje” está al borde de la abstracción en telas de gran formato y cromatismo violento donde apenas aparece le representación de las bocas. A fines de los 80, la serie “Pieles-gestaciones” constituye la primera gran síntesis de su trabajo anterior y génesis de futuros desarrollos. Al principio de los 90 surgen rostros femeninos en primer plano. Luego a finales de la década pasa dibujar unos círculos que dinamizan la superficie pictórica al tiempo que introduce una cierta abstracción que desestabiliza el realismo de sus paisajes y a partir del año 2000 el artista crea los puntos con rejillas y rodillos valiéndose de técnicas de impresión de grabado que se apoderan de sus vistas urbanas. Esos puntos, ahora mas visibles y autónomos, le imprimen a sus obras una vibración óptica que sugiere una atmosfera difusa e imprecisa creando una superposición de tiempos y no sólo de espacios.

Ha sido distinguido con importantes premios entre los que cuenta el Premio Nacional de Artes Plásticas.

Bibliografía: http://www.vearte.com/artist.php?id=45

Edgar Sánchez: “En la ciudad de sus pinturas” Galería Freites Prologo Federica Palomero

junio 2009












jueves, 17 de junio de 2010

Alberto Parra


Su obra está catalogada como una concepción del arte oriental arquitectónico en el cual pasa de lo abstracto a la figuración integrando a su obra el aspecto al volumen humano.
Bibliografía: Anuario de la pintura venezolana de Teresa Piñana Vives












miércoles, 9 de junio de 2010

Alejandro Otero (II)


Biografía y obras:

Nació en El Manteco (Edo. Bolívar – Venezuela) el 7 de marzo de 1921 y murió en Caracas, Venezuela el 13 de agosto de 1990. Alejandro Otero fue pintor, dibujante, escultor, vitralista y escritor. No sólo fue un renovador de la plástica del siglo XX, sino también un hombre de acción cívica hacia todo aquello que se relacionara con la formación, educación y afinamiento de la sensibilidad artística venezolana.

Su formación académica la realizó en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas de Caracas (1939-1945). De allí viajó a Nueva York y París, donde realizó trabajos, tomando como modelos utensilios domésticos: cacerolas, candelabros, lámparas y otros. Estas obras se hicieron famosas a partir de 1948 en Washington, pues fueron punto de partida para la disolución de todo realismo y para la asunción del abstraccionismo heredado de Pablo Picasso y Piet Mondrian.

En 1955, Alejandro Otero participó junto a Carlos Raúl Villanueva y otros artistas en la experiencia de integración de las artes de la Ciudad Universitaria de Caracas. También comenzó su etapa de los coloritmos, que se prolongaría hasta 1960.

Por décadas, la obra de Otero exploró expresiones y territorios imprevisibles para un pensamiento plástico tan equilibrado. Prueba de ello son sus grabados, relieves y objetos monocromos, los ensamblajes y collages. A mediados de la década de 1960 se concentró en la ejecución de sus monumentales esculturas. Sus obras se encuentran en el Museo del Aire y El Espacio (Washington), en el Museo de Arte Moderno (Bogotá) y en el Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber (Caracas).

En 1974, el artista guayanés comenzó la serie de pinturas Tablones, suerte de relectura y de despojamientos cromáticos sobre sus anteriores coloritmos. Participó, junto con el escritor Miguel Otero Silva y el pintor Manuel Espinoza, en el proyecto de creación de la Galería de Arte Nacional, inaugurada en 1976.

En 1982, Alejandro Otero representó a Venezuela en la XI Bienal de Venecia, donde dos de sus obras fueron expuestas en los espacios abiertos cercanos a la Central de la Bienal: Abra Solar y Aguja Solar. Sus investigaciones formales, rítmicas y colorísticas en computadora, dieron origen a la exposición y al libro Saludo del siglo XXI (1990).

Apasionado por el embrujo de los incidentes y las imágenes de su infancia atribuyó a Guayana y a sus colores, algunas claves principales para su sensibilidad de artista.

Un museo lleva su nombre ubicado en el Hipódromo la Rinconada, Caracas, Venezuela

Bibliografía: http://www.mipunto.com/venezuelavirtual/000/000/004/049.html














jueves, 3 de junio de 2010

El Ávila visto en muchas formas (III):


Manuel Cabré










































Pedro Ángel González











































Francisco Fernández